Nuestra Historia
Hola, soy Tere Salas.
Mis abuelos Jose Maria y Teresa vinieron a Santander en 1932 desde sus pueblos natales, Ocejo y Bárcena de Toranzo. Se instalaron en el Río de la Pila, fundando una empresa «El Gran Gusto» dedicada a la elaboración de helados y venta de castañas asadas.
Antonio y Marisa, mis padres, continuaron con el negocio tras la jubilación de mis abuelos, y yo tras la de mis padres.
Soy la tercera generación de la empresa, pero la cuarta en mi familia, porque mis bisabuelos fueron heladeros en Palencia.
Cambié el nombre a «Helados Salas» y más tarde a «Helados Tere Salas» para evitar confusiones ya que había algunas heladerías con nombres muy parecidos.
Vendo helados a hostelería, tiendas y en verano, con mi famoso y típico carrito en El Sardinero. Trabajo junto mi marido Jesús para continuar con el negocio familiar.
También nos encontrarás en la Plaza Porticada y en la Plaza de Numancia vendiendo castañas en el tren «El Castañero de la Porticada» a partir de octubre.
La Magia de Nuestros Helados
Lo que hace que nuestros helados sean especiales va más allá de la receta. Cada lote se elabora con amor y atención a los detalles. Utilizamos ingredientes frescos de la región para lograr sabores auténticos que deleitan a jóvenes y adultos por igual. Nuestra textura suave y cremosa es el resultado de años de experiencia y dedicación.
El Futuro
Mirando hacia el futuro, seguimos comprometidos con nuestra misión de ofrecer los mejores helados de Santander. Continuamos innovando y expandiendo nuestros horizontes de sabores para seguir siendo el destino preferido de todos los amantes del helado.
90 AÑOS DE TRADICIÓN
INGREDIENTES FRESCOS Y LOCALES
COMPROMISO CON LA COMUNIDAD
INNOVACIÓN CONSTANTE
Gracias por ser parte de nuestra historia
Esperamos seguir sirviéndote durante las próximas décadas y compartir la alegría de cada cucharada de nuestros deliciosos helados